El legado continúa: la inspiradora historia de Transformación del Cerro de las Tres Cruces a través de la Fundación Eco-Proyectos
Un Faro de Esperanza en Terreno Árido
La década de 1990 marcó el inicio de una transformación impresionante en el Cerro de las Tres Cruces. Este lugar, conocido por su aridez y desolación, fue el escenario donde personas visionarias como Edgar Arias Osorio y Arbey García decidieron plantar las semillas de la esperanza. Enfrentándose a la incredulidad y el escepticismo de muchos. Establecieron un proyecto de siembra que buscaba devolver la vida a una tierra que había sido abandonada a su suerte.
Su historia es un recordatorio de la fuerza del espíritu humano y la capacidad de transformación que yace en cada uno de nosotros. Edgar y Arbey, con su labor reservada y persistente, han demostrado que, incluso en los lugares más áridos y desolados, la esperanza puede florecer y la vida puede abrirse paso una vez más. Su legado perdurará en las generaciones venideras, como un testimonio del poder de la fe y la voluntad humana para cambiar el mundo a su alrededor.
La Fundación Eco-Proyectos Amigos del Cerro: Sembrando Vida, Cultivando Esperanza
Impulsados por su visión y su deseo de asegurar que su legado perdure más allá de su propia vida, Edgar y Arbey decidió dar un paso más allá. Con el firme propósito de asegurar la continuidad y el crecimiento de su obra, en acompañamiento de los estudiantes del Consultorio en Ciencias de la Administración Si-Empre coordinado por el Docente Carlos Augusto Rincón, de la Universidad del Valle, deciden constituir la «Fundación Eco-Proyectos Amigos del Cerro».
Esta organización tiene como objetivo la recuperación y preservación de la flora y fauna regional, educar a la comunidad sobre la diversidad ambiental, y promover proyectos sostenibles para el desarrollo ambiental y social. Objetivo cultivado desde los inicios de sus pioneros ha logrado unir a niños, jóvenes, adultos, instituciones y organismos interesados en la preservación y expansión de la zona verde en el Cerro de las Tres Cruces, en Santiago de Cali. Con su lema «Sembrando vida, cultivando esperanza», la fundación invita a todas aquellas personas que compartan su pasión por la naturaleza y su compromiso con el medio ambiente a unirse a este noble proyecto.
Así, Edgar, Arbey, y todas las personas que han participado en este proceso, aseguran que su sueño de ver el cerro transformado en un oasis de vida perdure para las generaciones venideras, demostrando qué juntos, podemos lograr grandes cosas cuando trabajamos en armonía con la naturaleza.
Jóvenes Movidos por un Sueño
Lo más inspirador de esta historia es la manera en que ha cautivado el interés y el compromiso de los jóvenes. Motivados por el ejemplo de Edgar y Arbey, han dedicado su tiempo y energía a la labor de reforestación y cuidado del cerro. Participando en jornadas de siembra de árboles que contribuyen a la reforestación que amplía el hábitat de varias especies de aves, ardillas, entre muchos otros animales de la zona. Estos jóvenes no solo están aprendiendo sobre ecología y conservación, sino que también están experimentando de primera mano el poder del trabajo en equipo y la importancia de cuidar nuestro planeta.
Cada árbol plantado y cada semilla sembrada es un testimonio vivo de lo que se puede lograr cuando trabajamos en armonía con la naturaleza. La Fundación Eco-Proyectos Amigos del Cerro está forjando un camino para que las futuras generaciones continúen esta labor vital. Los jóvenes que se han unido a esta causa están creando un legado duradero que no solo transformará el cerro, sino también la comunidad que lo rodea.
Un Futuro Prometedor
El trabajo de Edgar, Arbey y la Fundación Eco-Proyectos Amigos del Cerro es una prueba de que la combinación de visión, fe y colaboración puede llevar a grandes logros. La transformación del Cerro de las Tres Cruces es un testimonio del poder de la acción colectiva y del compromiso con el medio ambiente. Es una invitación a todos nosotros a mirar más allá de las dificultades inmediatas y a ver el potencial que yace en cada pedazo de tierra y en cada corazón humano.
La fundación continúa expandiendo sus actividades, involucrando a más jóvenes, instituciones educativas y organizaciones ambientales en su misión. Además, la fundación está trabajando en proyectos de investigación para mejorar las técnicas de reforestación y asegurar la resiliencia del ecosistema del cerro.
Juntos, podemos seguir sembrando vida y cultivando esperanza para las generaciones venideras. No importa cuán pequeño sea tu aporte, cada acción cuenta y cada esfuerzo nos acerca más a un futuro sostenible.
Esta historia nos recuerda que, con determinación, colaboración y amor por la naturaleza, podemos superar cualquier obstáculo y crear un legado duradero de vida y esperanza. Vamos a trabajar juntos para asegurar que este sueño se haga realidad y que el Cerro de las Tres Cruces continúe siendo un oasis de vida para las futuras generaciones.
Es una invitación a todos nosotros a unirnos en la lucha por un planeta más verde y saludable. Cada uno de nosotros tiene el poder de hacer una diferencia, ya sea plantando un árbol, educando a otros sobre la importancia de la conservación, o apoyando a organizaciones que trabajan incansablemente por el medio ambiente.
Deja un comentario